Electric

2h de la mañana, llegado a casa tras subirme a no sé cuantos trenes que me pasearon desde el aeropuerto por todo el sur de Berlín. Un despiste de más, y ahora estaría en otro aeropuerto, el de Tempelhof, que por cierto va siendo hora de que conozca antes de que lo cierren para siempre.
Pero no! no hubo despiste. Reencuentro feliz mi casa y la última cerveza que me quedaba en la cocina para acompañarme en esta noche insomne de domingo.
Acabo de volver de Italia, muy apropiado país para visitar a la familia. Me siento afortunada de tener hermanos y amigos muy queridos desperdigados por el mundo. Tantos motivos para empaquetar maleta y salir de viaje...

Y ahora habría que irse a dormir. Habría que pensar en que mañana se trabajará mucho. Pero es que justamente ahora... Wild child quiere aventuraaaaaa!